Laguna de la Niña Encantada
Está ubicada por Ruta 222 a 45 km de la ciudad de Malargüe, luego de cruzar el río salado que es atravesado por el puente de Elcha, encontramos la Laguna de la Niña Encantada.
Leyendas, volcanes y ríos subterráneos forman parte de una laguna de 80 metros de diámetro. Es un lugar que por diferentes motivos logra sorprender en toda su magnitud, entre paredes de rocas y sedimentos volcánicos. El agua cristalina de tono esmeralda de la laguna, toma el protagonismo absoluto. Las formaciones sugestivas que origina todo el paisaje han creado, a través de los años, innumerables leyendas.
En el predio no está permitido pescar ni acampar, se pueden realizar caminatas, cabalgatas y safaris fotográficos.
Como dato geológico relevante, esta es una laguna natural, alimentada por aguas subterráneas en un flujo lávico con morfología, en bloques de composición andesítica – basáltica (Olivino, clinopyroxene, anfíboles), que en sectores alcanza espesores cercanos a los 30 metros, asociada a efusiones en el Pleistoceno Superior (Cuaternario).
Leyenda
De acuerdo a los relatos tradicionales, hace más de cientos de años, la zona de la laguna era habitada por un pueblo originario que vivía en paz. Un día, llegaron los Pehuenches, conocidos por ser un pueblo muy aguerrido, con intenciones de invadir y conquistarlos. Los caciques de ambas tribus dialogaron y llegaron a un acuerdo: sus hijos se casarían y, así, ambos pueblos quedarían hermanados.
La hija del cacique del pueblo pacífico se llamaba Elcha (nombre que quiere decir: “espejo”). Ella no quería casarse con el hijo del cacique de los Pehuenches. En verdad, Elcha estaba enamorada de un joven de su propia tribu, quien ni siquiera era noble. Al no ser aceptados por este amor, ambos jóvenes decidieron huir hacia el norte, corriendo por la montaña y topándose con la laguna. Tras ellos, vieron a las tribus que iban en su persecución, cerrándoles el paso. Al ver que no tenían escapatoria, se fundieron en un abrazo y se arrojaron al agua, para morir de amor. Al llegar los perseguidores a la laguna, los caciques de ambas tribus comenzaron a insultar y a maldecir a sus hijos.
Se dice que la bruja del pueblo fue la primera en asomarse a las aguas. En ese entonces, se unió a las maldiciones con sus hechizos. Como respuesta, en un momento, un violento rayo cayó y alcanzó a la hechicera. Así, ella fue petrificada y aprisionada por siempre en ese sitio. Hoy, se la puede ver en la montaña sobre la laguna.
Desde ese día, la leyenda cuenta que, en las noches de luna llena, la bruja convertida en piedra observa hacia la laguna buscando a la joven pareja enamorada. El reflejo de Elcha se puede contemplar, sabiendo que vivirá eternamente con su amor en la laguna.
-
Incluido
CampamentoCampingFotografia -
No incluido
4x4AlojamientoArtesaníasCabalgataCabañascineComidaHotelesPescaSkiTirolesaTrekkingTurismo Científico